Recientemente tuvimos la oportunidad de visitar la tienda mágica. En ella podíamos escribir en unos billetes cosas de las que nos gustaría desprendernos de nuestra forma de ser y con ese billete podíamos comprar cualidades que nos gustaría mejorar. Así nos hacemos conscientes de cómo somos, de nuestras posibilidades y nos aceptamos como somos, aunque sin despreciar la posibilidad de mejorar cada día.
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